Artículos más leídos

jueves, 10 de diciembre de 2015

Día jueves, desperté y fui a la UPeU. Al regresar salí de casa buscando alguien a quién ayudar. Allí estaba mi vecino en un trabajo que requería un apoyo de un joven. Me acerqué gentilmente y le dije "buenas tardes, yo podría ayudarle". Él sonriendo me dijo que ya terminaría, pero de todos modos insistí y me respondió "bueno ayúdame".

Sin dudarlo comencé y mientras trabajábamos en esa tarde de frío, empezamos a conversar muchas cosas. Me preguntó por qué razón insistí en ayudarle. Yo le respondí que era una asignación que me habían dejado en la universidad, y en esa media hora que estaba ahí ayudando a mi vecino hablamos muchas cosas más.

Recibí muchos consejos de él. Algunas cosas que recuerdo que me dijo y que no olvidaré por mucho tiempo fue: "cada vez que te caigas levántate".

Ayudar a mi vecino fue una tarea nueva, me pareció chévere. Me sentí bien conmigo mismo al menos por un rato.

Al terminar, volví a casa, me senté y recordé sus palabras: "cada vez que te caigas levántate". Por un momento me sentí nostálgico y pensé que cada caída es una experiencia y por esa experiencia no debo volver a caer con lo mismo.


- Copyright © Consulta Universitaria - Diseñado por Kebby Rodríguez Gutiérrez -